domingo, 20 de abril de 2008

CAMINO, VERDAD Y VIDA

Son muchas las ocasiones que se nos presentan en la vida de dudas, de incertidumbre, de no saber qué hacer ni qué creer. Estamos continuamente bombardeados por informaciones y ofertas, lo que ayer era bueno hoy aparece como malo, lo que ayer se creía justo hoy es injusto, las cosas aparecen tan mediatizadas que lejos de saber la verdad, sabemos un montón de verdades: la de cada uno, porque cada uno tiene la suya. Ante tanta amalgama de sentimientos, demandas, ofertas, informaciones y contrainformaciones, vivir se convierte en toda una trepidante aventura, en una carrera de obstáculos hacia no se sabe muy bien donde, en la que corremos el riesgo de perder por el camino el Norte y algunas cosas más…

Jesús, que gracias a Dios, veía las cosas de otro modo, nos dice: “no perdáis la calma, creed en Dios y creed también en mí”. Cuanto serenan y tranquilizan estas palabras, cuanta confianza destilan, cuanta firmeza, creed en mí, confiad en mí… tal vez tendríamos que repetirlas como un mantra hasta llegar a creérnoslas.

Todos sabemos lo importante que es para un niño aprender y ejercitarse en la confianza de sus padres; cuando echa los primeros pasos sabe que la mano de su padre no lo va a soltar y dejar caer, cuando sube por primera vez en bicicleta sabe que su madre lo sostiene… así podríamos ir narrando experiencias de confianza hasta llegar a la edad adulta. Así podríamos ir narrando también nuestra vida con Jesús, contando los tiempos y momentos en que hemos aprendido a andar de su mano, a confiar en Él. Y es que Jesús no viene a librarnos de este “mundo cruel”, ni a evitarnos los problemas… Jesús viene a decirnos que hay esperanza para recorrer el camino de la vida, que se puede conocer la verdad (el Padre) a través de Él, y que se puede vivir esta vida encaminando nuestros pasos hacia Él. Jesús nos dice que hay un soplo de aire fresco en nuestra vida, que basta que abramos la ventana un poco para que el pueda entrar y embriagar todas las estancias de nuestra casa.

A través de la experiencia de “me atrevo a confiar o me atrevo a abrir la ventana", se ha tejido la historia de tantos hombres y mujeres en el mundo desde hace dos mil años, mirando las primeras comunidades cristianas, que también rezumaban humanidad como las nuestras, llenos de imperfecciones pero sobre todo llenos de confianza han posibilitado la historia y nuestro presente, ellos son nuestros antecesores en la fe, ellos son los que han posibilitado que también Jesús se nos de hoy, aquí y ahora, ellos se han sabido como parte del camino, no sólo de una historia individual y concreta, sino de una historia universal y completa: la historia de salvación de la humanidad, donde hay estancias para todos, donde se nos invita a atraer e invitar a todos, donde se nos pide que no vayamos solos con el trofeo en las manos de haberlo conseguido, sino con el trofeo en las manos de haberlo compartido.
A nosotros, cristianos de la historia de hoy nos toca escuchar la Palabra, dejarnos airear por el viento del Espíritu, orar al Padre y pedir que seamos capaces de hacer "historia" hoy con lo que Jesús quiere de nosotros: ser testigos fieles de la misericordia del Padre en la tierra.

1 comentario:

DE LA MANO DE TERESA DE JESUS dijo...

Como dice tu titulo "Yo soy el camina la verdad y la vida"

Solo hay que tener fe, y confiados y abiertos, abandonarnos a El. Muy lindo el Blog.

Hasta cada oracion, Teresa

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BUEN PASTOR

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