martes, 11 de marzo de 2008

PARA VER: CUATRO MINUTOS

Cuatro minutos es el tiempo necesario para interpretar una pieza de piano. En cuatro minutos una persona se puede mostrar como un gran alquimista de pentagramas y claves de sol, ese es el tiempo necesario.

En la Alemania del Este, descubrimos a una chica rara, sola, desierta… arrastrando una amarga infancia y un ácido presente. Su vida corta y quebrada se muestra entre los barrotes de una dura cárcel de una ciudad alemana, envuelta en un pasado de abusos, abandonos, malos tratos que asoman una y otra vez a su presente.

Siempre hay gente abierta a la esperanza, esto ocurre cuando la psicóloga de la cárcel se empeña en contratar una profesora de música que enseñe a las reclusas, el arte no entiende de prisiones, respira donde está el ser humano. La sorpresa asoma cuando esta chica rebelde y casi enloquecida decide ir a clase, allí la profesora descubre que es una virtuosa del piano y algo más… tiene talento… tal vez esté delante de un genio prisionero.

La convivencia casi agotadora con las reclusas, el carácter huidizo y agresivo, el conserje abusador y toda la cárcel quieren impedir que la chica vuelva al piano. El destino de una presa no es el teatro ni los espectáculos, hay una regla interna e implícita que aboca a la propia destrucción o autodestrucción de cada muchacha.

La sorpresa llega cuando la profesora de música decide apostar por ella, darle una oportunidad. Por eso decide luchar para que la dejen salir e ir a un concurso, el concurso de piano de Berlín. Cuando prácticamente lo consigue, el conserje se enfrenta a la muchacha y la ilusión berlinesa se apaga como una cerilla. Aún así las cosas la profesora decide sacar a la presa, saltarse las normas y prácticamente de contrabando llevársela a su casa para desde allí vivir la gran oportunidad.

Por otro lado, la relación entre ellas tampoco es nada fácil, la profesora también guarda un pasado de sufrimiento y terror que ha superado con una férrea disciplina personal y musical. Es mayor, vive sola en una pequeña casita nevada en el centro de su ciudad. Todo parece ir bien, pero la tensión se palpa en el ambiente, alguien llama a la puerta, que se abre para la reclusa como una losa: es su padre, el ser que le había dado la vida y que tantas veces había abusado de ella. Parece que todo se rompe, que nada podrá salir adelante que el tiempo se detiene, y que toda la furia, el rencor y el dolor de la chica salen al mismo tiempo, como un animal herido huye a esconderse en un refugio seguro.

La profesora la encuentra y se la lleva al Gran Teatro de Berlín, dónde tenía lugar el concurso de jóvenes talentos, ella es a penas una cría. Para este entonces la policía ya sabía dónde se encontraban el par de fugitivas, cómplice y víctima logran sortear la policía y entrar en el teatro, presentar la documentación y esperar a que les toque. Cada segundo es un gesto de vida, hasta que llega su actuación magistral, extraordinaria, sorprendente. Durante la interpretación la enjuta profesora sale y se bebe dos copas de vino de un sorbo, es el vino del triunfo y la alegría, el que rompe la férrea metodología, es el saberse colaborador con la vida. El teatro en pie la aclama y vitorea, pero al mismo tiempo el teatro está lleno de policías apuntando a la joven intérprete. Un movimiento en falso y todo acaba.
Los policías contemplan absortos y estáticos el nacimiento de un genio, contemplan y esperan los cuatro minutos que tenia de tiempo en el concurso para demostrar su talento, la vida en cuatro minutos.

Y es que cuando nos ponemos en dinamismo de acompañar y acoger a los demás, cuando nos ponemos con el otro codo con codo podemos hacer el milagro de que aflore lo mejor que cada uno lleva dentro. En cuatro minutos sale un genio a la luz, pero para sacarlo hace falta casi una vida. En cuatro minutos una persona muestra todo que vive, siente y percibe a través de la música. Sólo en cuatro minutos.

sábado, 8 de marzo de 2008

JESÚS ANTE LA MUERTE DE SU AMIGO LÁZARO

Hace unos años vi una película titulada MI VIDA SIN MÍ, la protagonista tras diagnosticarle una grave enfermedad, se da cuenta que su vida hasta entonces ha sido como un sueño y empieza a despertar a la realidad, a descubrir el placer de vivir.
En nuestra cultura, muerte y el sufrimiento son tapados con una losa, se les esconde y olvida, pretendemos a fuerza de no hablar de ellos negarles la existencia: “no son”. Sin embargo, la vida y el principio de realidad nos presentan datos que denuncian una existencia incontestable: morir y sufrir forman parte de la vida. Y es que también la realidad nos dice que no somos educados para el sufrimiento o la muerte, sino para ser competitivos, trabajadores, rápidos, personas de éxito, brillantes… ¿pero qué nos pasa cuando la vida nos dice que nos tenemos que bajar del tren del éxito o cuando ni siquiera hemos tenido la oportunidad de subir a él? Cuando en nuestra vida algo contradice esto pasamos a despertarnos del sueño a descolocarnos, a ver la realidad de otra manera e iniciamos la etapa “RE”: re-colocarnos, re-plantearnos, re-situarnos, re-crearnos, re-descubrirnos, re-formarnos…
Jesús ante el sufrimiento y la muerte no se presenta impasible o ajeno, nos da una palabra de VIDA. El Hijo de Dios aparece en este relato pletórico lleno de fuerza y de vida: cargado de esperanza, humano, apasionado, emocionado, fuerte, interpelante, imparable… La muerte para él no tiene la última palabra. Jesús reconociéndose amado por el Padre, viviéndose en continua relación con Dios pide e invoca que devuelva la vida a Lázaro, su amigo, no para mostrar su propia grandeza, sino para mostrar la gloria de Dios, y para anticiparnos también lo que a él le iba a ocurrir.
Jesús nos interpela diciendo: Yo soy la resurrección y la vida, la vida de Dios en la que puede participar el ser humano, el que cree entra en la POSESIÓN DE LA VIDA en la planificación vital que Dios da, porque él es autor de la vida. Este es el fin último de la misión de Jesús: comunicar plenamente a hombres y mujeres la vida; por eso quien acoge y acepta, quien expresa, vive y ama desde la Palabra de Jesús acoge en su regazo la vida. Por eso dice Jesús el que cree en mí, aunque haya muerto vivirá.
Hace tiempo comencé a ver una pelicula que todavía no he acabado creo que se llamaba Mi vida conTigo...

lunes, 3 de marzo de 2008

MADREDEUS

Uno de los grupos portugueses más conocidos fuera de su país, merece la pena relajarse y escuchar el susurro del mar y de la voz de Teresa Salgueiro acompañada por su quinteto de cuerda, pon los altavoces:
Ao Longe O Mar:

http://www.youtube.com/watch?v=lU6zbbjiefU

Haja o que houver:
http://www.youtube.com/watch?v=YjYQvXAv_9Y

EL MAR MUERTO: AGUA Y SAL

El Mar Muerto (Hebreo ים המלח Yam Ha'Melaj, Árabe البحر الميت Al Bahr al Mayyit) es un lago salado situado a 416,5 m bajo el nivel del mar entre Israel, Cisjordania y Jordania. Es de hecho el lugar más bajo de la Tierra, ocupando la parte más profunda de una depresión tectónica atravesada por el río Jordán y que también incluye el Lago de Tiberíades. También recibe el nombre de Lago de Asfaltites, por los depósitos de asfalto que se encuentran en sus orillas, conocidos y explotados desde la Edad Antigua. Tiene unos 76 km de largo y un ancho máximo de unos 16 km; su superficie es aproximadamente de 625 km². Recibe agua del río Jordán, de otras fuentes menores y de la escasa precipitación que se produce sobre el lago, y el nivel del mar es el resultado del balance entre estos aportes y la evaporación.

Es aproximadamente diez veces más salado que los océanos; la salinidad en el resto de los mares es de 35 gramos por litro. En el Mar Muerto es de 350 a 370 gramos por litro, por lo que no hay ningún ser vivo, salvo algunos microbios, que pueden vivir en él. Es rico en potasas, bromuro, yeso, sal y otros productos químicos que se extraen en gran cantidad y de manera muy económica. Las compañías israelíes y jordanas instaladas en la parte sur del Mar Muerto, a ambos lados de la frontera, aprovechan dichos minerales para el desarrollo de una importante actividad económica. Para llevar a cabo el proceso de extracción de minerales, es necesario evaporar artificialmente agua del Mar Muerto, proceso que contribuye al descenso de sus aguas, un hecho completamente evidente para todo aquel que visita la zona. Ambos países también utilizan las aguas del Río Jordán, principal tributario del Mar Muerto (es el único tributario en la práctica) para irrigar grandes extensiones de tierra agrícola.

La superficie era de 1.025 kilómetros cuadrados en 1945. Hoy apenas alcanza 625, y en algo más de 100 años tendrá la mitad de su actual extensión, según cifras oficiales. En ciertos puntos, la costa se halla hoy a 600 metros de donde se encontraba 20 años atrás.

domingo, 2 de marzo de 2008

¿QUÉ TIENE EL AGUA DEL RÍO?

¿Qué tiene el agua del río
esta tarde tan sentida
que parece que mirando
al claro cielo suspira?
Cielo chico y tembloroso,
viejo espejo de las vidas
¿qué romance vas cantando
entre los lirios cautiva?
¿Te has enamorado acaso,
al pensar que eres tú misma
las nubes blancas del cielo
y el verdor de la campiña?
¿Piensas que tus ondas claras,
eterna leyenda lírica,
son llantos de tus entrañas
en vez de profundas risas?
Agua mansa.
Cementerio de las mimbres carcomidas
que os pone epitafios,
incensarios de algas vivas.
Azul sendero de ranas,
flautas verdes de tus linfas.
Ahora sobre el cielo,
alma honda y dormecida
¿qué tienes en el remanso
donde te paras tranquila,
monstrándonos la alameda
con nieblas de aparecida?
¿Qué tienes en tus corrientes,
transparente maravilla,
que te llenas de burbujas,
bocas por las que suspiras?
Acaso pasas soñando
algo que el hombre no olvida.
Acaso nos vayas dando,
al pasar, tu despedida,
porque lenta vas pasando
con unas gotas distintas.
¡Qué suspiros se te escapan
bajo la tarde tranquila,
a la par que ruiseñores
entre los álamos trinan
y el sol amarillo y viejo
en el monte se reclina!
¡Cómo sientes la llegada
de la noche, que es tu amiga;
cómo esperas a la luna
que te embruja y acaricia!
Agua santa del remanso,
con qué tristezas caminas.
Se diría que eres mártir
de una gran melancolía,
agua fría de este río
que en la vega va sin prisa.
Si Dios te da corazón,
de fijo que no podrías
estancarte en los remansos
agua dulce de la umbría.
Quisiera por tu camino
irme a la ventura un día.

Federico García Lorca

EL CIEGO DE SILOÉ

El evangelio de Juan está cargado de simbología, este domingo se nos presenta la luz a través de un ciego de nacimiento.

Para los judíos, en este tiempo, el bienestar y el malestar, eran entendidos de forma hereditaria, de tal modo que se creía que las enfermedades y las bondades tenían como causa la conducta de los ascendentes. Con esta lógica, al nacer con algún tipo de enfermedad se consideraba como culpabilidad de los padres.
La luz significaba para los judíos símbolo de la ley y la sabiduría, para los griegos era conocimiento de Dios y para los cristianos viene a significar el evangelio, Jesús es LUZ que ilumina la existencia humana y procura la salvación de los hombres. La luz del día es la presencia de Jesús, su asencia la noche. El ciego vive en las tinieblas en oposición a Jesús que es luz.

A modo de relato cinematográfico se nos narra en el evangelio un "proceso". Jesús cura recordando la creación de Adán con agua y barro así engendra a la nueva vida la de la fe, así nace el ciego a la luz. Pero el ciego, tras ser curado es sometido a un interrogatorio, tanto por la gente sencilla como por sus dirigentes. Jesús es un gran riesgo para la jerarquia establecida ya que cuestiona abiertamente dichos valores o dicha jerarquía en cosas como : el concepto de Dios, el concepto de prójimo, la ley, etc.

Sería interesante perfilar un poco los personajes que aparecen en este relato:

- LOS PADRES: Su miedo a que les expulsen del judaísmo les lleva a echar balones fuera a casi ni reconocer su propio hijo, no quieren complicarse la vida, el miedo a veces paraliza, despersonaliza y para...
- CIEGO: iluminado por Jesús no se deja amedrentar, está feliz y contento, vé por primera vez, ¿cómo se va a calla? ¿Cómo no va a hablar de lo que Dios ha hecho en él? Imposible callarlo. El ciego vive un auténtico proceso vital de fe, primero se limita a contar los hechos, después descubre que Jesús es profeta, que Dios le ha escuchado, por lo que Jesús no es un pecador sino un enviado. El ciego nos da cuenta de su conversión, al sentirse sanado e iluminado por Jesús, se convierte en un valiente testigo y discípulo al que no le importa el juicio de los demás
- FARISEOS, Los fariseos dicen ver pero no se enteran o no quieren enterarse de nada. No necesitan la luz, ya la tienen. Prefieren la ceguera de quien tiene todo ya respondido y su consiguiente y consecuente seguridad.
- NOSOTROS: Nosotros también somos llamados a participar en la escena: ¿cómo y dónde me situo? ¿Cuál es mi tono vital? ¿Qué o quién ilumina mi camino? A esto nos invita la liturgia de hoy a preguntarnos dónde está la fuente de nuestra iluminación dónde está la fuente de nuestra vida.

Invierno en Noruega

Invierno en Noruega

BUEN PASTOR

BUEN PASTOR
Puerta del Sagrario de Chimeneas